A manera de establecer un centro
de formación agropecuario, que permitiera adquirir mayores conocimientos sobre
los productos del campo y como efecto, mejorar la calidad de vida del sector
rural, propósito que sigue siendo objeto de esta entidad. Se dispone la necesidad de adquirir un terreno
para la instauración de la obra.
Para su selección, la zona debía tener ciertas condiciones,
tales como el clima, el suelo, la
humedad ambiental, las aguas, la temperatura
y demás circunstancias topográficas que otorgaran la posibilidad de
procesos educativos y prácticos para el
desarrollo formativo.
Razón, por la que se estudian
tres ofrecimientos de propiedades en el municipio de Caldas, la más opcional,
la hacienda La Salada de la familia Restrepo Ospina, con una extensión
territorial de 52.9 hectáreas, que según
los conceptos técnicos de Secretaria de
Agricultura de Antioquia, Sociedad Antioqueña de Agricultores y el aval del
doctor Pedro Alarcón, Agrónomo jefe de la División Agropecuaria de la Dirección
Nacional, es apta para cultivos de clima medio y para el mantenimiento regular
de ganado de leche, porcinos, aves y otros tipos similares de explotación
agropecuaria.
Además, por el servicio de
comunicación vial, que la sitúan a 25
Kilómetros con Medellín en la carretera que comunica a esta ciudad con Bogotá,
Quindío y Cali.
De esta forma, el 15 de noviembre
de 1961, se compra la propiedad y surge
el Centro Agropecuario, La Salada, cuyo
objetivo principal se basa en brindar formación integral al sector agrario,
base del aumento de la producción en especies menores, la explotación ganadera,
parcelas de hortalizas entre otras
técnicas agroindustriales. En los registros, aparece como el primer Director
del Centro Francisco Gómez, oriundo de
El Santuario Antioquia y egresado
de la Escuela Panamericana de Agricultura, con sede en Honduras. Tras él,
siguió un grupo expertos que enseñaron en ese entonces mayordomía,
porcicultura, horticultura, ordeño y avicultura.
Desde su creación, la casa de la
finca, actualmente remodelada y conservada como punto de encuentros y eventos
especiales, fue la sede inicial de los
procesos de formación; mediante un plan académico y calendarizado para
inscribir a los aspirantes a los cursos y programas que fueron extendidos a
municipios como Urrao, Venecia, Santa Fe de Antioquia y Urabá. La construcción
del edificio emprende en 1969 y con éste, se instauran talleres, aulas,
oficinas, escenarios deportivos, internados y otras instalaciones de servicio
de la población y el mejoramiento de la comunidad educativa.
Crecimiento y Cobertura:
Actualmente, la entidad recibe el
nombre de Centro de los Recursos Naturales Renovables, La Salada, esto debido a
los cambios tecnológicos y científicos necesarios para el país, y por los nuevos
programas que buscan la capacitación técnica del recurso humano.
Durante estos 50 años, se ha
consolidado la capacitación a personas competitivas para el desarrollo
empresarial, comunitario y trabajadores especializados para los diversos
sectores de la producción.
Los siguientes, son los municipios atendidos a través de cursos y
programas:
Caramanta, Valparaíso, Támesis,
Jericó, Andes, Jardín, Betania, Hispania, Salgar, Santa Bárbara, Amagá,
Angelópolis, Armenia, Venecia, Titiribí, Concordia, Betulia, Urrao, Tarso,
Pueblorrico, Armenia, Montebello y las zonas rurales de Caldas, La Estrella y
San Antonio de Prado.
Subsede.
Municipio de Ciudad Bolívar.
Convenio
La Sandalia en el municipio de
Fredonia, en la Vereda el Zancudo.
Alianzas y convenios claves han permitido traer
conocimiento a instructores y aprendices, que por medio de pasantías, han
podido capacitarse con universidades e instituciones técnicas y tecnológicas
extranjeras como México, España, Francia, Alemania, Australia, América Latina y
el Caribe.
La infraestructura con la que
cuenta el Centro de los Recursos
Naturales Renovables, La Salada, permite fortalecer los sectores económicos y
agroindustriales de esta subregión del
departamento, caracterizada por sus actividades económicas como la caficultura,
la minería de carbón, el turismo, la producción de plátano, caña panelera,
frutales, fríjol, hortalizas, yuca, papa y maíz; conjuntamente con la industria
ganadera, maderera y el comercio.
+ MisiónEl SENA está encargado de cumplir la función que le corresponde al Estado de invertir en el desarrollo social y técnico de los trabajadores colombianos, ofreciendo y ejecutando la formación profesional integral, para la incorporación y el desarrollo de las personas en actividades productivas que contribuyan al desarrollo social, económico y tecnológico del país.
+ VisiónEn el 2020, el SENA será una Entidad de clase mundial en formación profesional integral y en el uso y apropiación de tecnología e innovación al servicio de personas y empresas; habrá contribuido decisivamente a incrementar la competitividad de Colombia a través de:
- Aportes relevantes a la productividad de las empresas.
- Contribución a la efectiva generación de empleo y la superación de la pobreza.
- Aporte de fuerza laboral innovadora a las empresas y las regiones.
- Integralidad de sus egresados y su vocación de servicio.
- Calidad y estándares internacionales de su formación profesional integral.
- Incorporación de las últimas tecnologías en las empresas y en la formación profesional integral.
- Estrecha relación con el sector educativo (media y superior).
- Excelencia en la gestión de sus recursos (humanos, físicos, tecnológicos y financieros).
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